Diario de casualidades 3: Todo llega
Hastío y bloqueo en la oficina. Todo es disperso y velado. Aprieta el cangrejo el costado, un bocado a mi moral, neutralizan mi potencial. Hoy no comeré, prefiero unas Mahous rojas callejeras. Sin sitio en la Dos de Mayo, busco asiento en Noviciado, lo encuentro en San Bernardo. Al levantar la cabeza, justo delante, un corazón «Todo llega» y más arriba «SOS Malasaña». ¿Vendrán a rescatarme? Me gustaría ser argonauta y salir victorioso de esta trampa.